Tras un largo y oscuro invierno, brilla el sol y es hora de fiesta para los pingüinos, que lo celebran pescando. Para observar las aguas con mayor facilidad, construyen altas pirámides. Cuantos más pingüinos quepan en la pirámide, mejor; pero no es tan fácil.
Un juego de PLAYTE GAMES
- - 36 cartas de pingüino. (7 rojas, 7 verdes, 7 amarillas, 7 moradas y 8 azules).
- 36 fichas (24 valor - 1 y 12 valor -2).
Objetivo del juego:
Ser el jugador con menos puntos negativos al final de la partida.
Preparación de la partida:
1. Reparte todas las cartas entre todos los jugadores. A 5 jugadores sobra 1, ponla en el centro de la mesa a modo de carta inicial.
Una partida
La partida transcurre en el orden de las agujas del reloj.
A lo largo de la partida formaréis una pirámide de 8 pisos. La primera planta constará de 8 cartas, la segunda de 7 y así sucesivamente hasta que la octava planta tendrá solamente 1 carta.
Colocación de cartas.
En los primeros turnos para formar el primer piso tendrás que colocar cartas de manera adyacente y no es necesario que coincidan en color.
Para ir formando las plantas superiores siempre que coloque una carta tiene que ser sobre dos inferiores y tendrá que coincidir en color con al menos una de ellas.
Si en tu turno no puedes jugar ninguna carta quedas eliminado de la ronda y recibes tantas fichas de puntos negativos como cartas tengas en la mano.
Si consigues jugar todas tus cartas puedes deshacerte de una ficha de valor -1.
La ronda finaliza cuando ningún jugador pueda jugar cartas de su mano, bien porque hayan sido eliminados o porque hayan jugado todas.
Fin de la partida.
La partida finaliza tras jugar tantas rondas de juego como jugadores seáis.
El jugador con menos puntos negativos será el ganador
*Reglas para dos jugadores
Se juega igual pero solo se reparten 14 cartas y el piso inferior de la pirámide constará de 7 cartas, en lugar de 8.

Hoy hablamos de Penguin Party, un juego de cartas ligero y accesible que destaca por su sencillez y por ofrecer partidas rápidas, ideales para grupos de amigos o familias.
Su mecánica se basa en la colocación estratégica de cartas para construir una pirámide de colores, donde la clave está en gestionar bien la mano y anticipar las posibilidades del resto de jugadores.
A lo largo de la partida, cada jugador intenta colocar todas sus cartas formando una estructura piramidal de 8 pisos, siguiendo unas reglas muy simples pero que implican cierto nivel de planificación: en los primeros niveles se puede jugar libremente, pero en los superiores las cartas deben coincidir en color con al menos una de las que tenga debajo, lo que añade un punto de tensión y estrategia.
Las partidas suelen durar entre 15 y 25 minutos, lo que lo convierte en una excelente opción para jugar varias rondas en una misma sesión.
Está especialmente recomendado para jugadores a partir de 6 o 7 años, y resulta ideal para grupos de 4 a 6 personas, aunque también incluye una versión adaptada para dos jugadores.
Entre sus puntos fuertes destaca su facilidad de explicación, el ritmo ágil de juego y la divertida interacción entre participantes, ya que puedes bloquear a los demás y forzar que acumulen puntos negativos.
Además, su estética simpática y colorida lo hace muy atractivo, especialmente para el público infantil, aunque también puede entretener a adultos en busca de un filler desenfadado.
En resumen, Penguin Party es un juego perfecto para introducir a nuevos jugadores al mundo de los juegos de mesa o como opción rápida entre títulos más complejos. Sin olvidarme de que es un títulos del gran Reiner Knizia.
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