El 31 de marzo
hago 38 años y soy una mujer de extremos: de querer o de odiar. Muy amiga de
mis amigos, pero socializar me cuesta un mundo. Entregada con cada proyecto que
empiezo y soñadora hasta la médula, tanto que hasta los sueños que tengo
dormida se convierten en locuras por escrito.
Soy madre de una
niña de cinco años y de un pequeño terremoto de 22 meses, y estoy casada con un
gallego al que quiero con locura.
Y aunque me
encantaría decir que mi trabajo es escribir, evidentemente no puedo hacerlo, soy
podóloga y en mis ratos(pocos) libres escribo y loqueo por las redes.