HOLY SHEEP

ESTAR COMO ¡UNA CABRA! ¡UNA CABRA! UN TREN

En este juego disparatado tu equipo debe completar una frase al mismo tiempo.

¡Decidid todos lo mismo y ganad!

Cuantas más veces seguidas lo consigáis, más puntos ganáis. pero si arriesgáis demasiado... ¡Podéis perderlo todo!

+700 temas divertidos e ingeniosos.

 -      - 240 cartas.

Objetivo del juego:

Ser el primer equipo en conseguir 7 puntos.

Preparación de la partida:

1. Formad equipos de 2 o 3 jugadores.

2. Barajad las cartas y preparad un mazo de robo.

Una partida

Los equipos juegan por turnos.

El equipo que juegue se llamará el equipo del pastor.

El otro equipo cogerá una carta y leerá en voz alta el tema con el símbolo que corresponda con el símbolo de la primera carta del mazo de robo.

Los jugadores del equipo del pastor piensan una respuesta para el tema que se acaba de leer y a la de 3, responden todos al mismo tiempo. Si las respuestas son diferentes pierden y el turno pasa al otro equipo. Si todos dicen lo mismo, se quedan con la carta en juego y pueden intentar adivinar una carta más, pero si la fallan perderán las obtenidas en ese turno.

Fin de la partida.

La partida finaliza cuando un equipo consigue 7 puntos (cartas).

Es importante saber que no todas las cartas de oveja puntúan lo mismo, dependen de la dificultad (son cartas de diferentes colores: verde, amarilla o roja)

La carta relámpago, un punto si respondes del tirón a los 4 temas de la carta.

Si te toca un tema difícil puedes renunciar a una carta a cambio de una pista, que consiste en decir la primera letra de la palabra que va a decir el compañero.

Hoy hablamos de Holy Sheep, uno de esos juegos que garantizan risas desde el primer minuto; es caótico, rápido y perfecto para jugar con amigos en cualquier reunión. 

La mecánica es muy sencilla pero tremendamente efectiva: los jugadores se dividen en equipos de dos o tres, y en cada turno uno de los equipos actúa como “el equipo del pastor”. 

El otro equipo les lee un tema y los jugadores del pastor deben responder a la vez, intentando decir exactamente la misma palabra o frase. Si lo consiguen, ganan la carta; si fallan, pierden el turno. 

La gracia está en que, aunque parezca fácil, sincronizar pensamientos es mucho más complicado de lo que parece, y de ahí salen momentos desternillantes cuando cada uno dice cosas totalmente distintas. 

Además, las cartas están divididas por colores según dificultad —verde, amarilla y roja— y hay una carta relámpago que da un punto extra si consigues acertar los cuatro temas de golpe, lo cual añade un toque de tensión muy divertido. 

La partida termina cuando un equipo llega a 7 puntos, por lo que las partidas suelen durar entre 15 y 25 minutos, justo el tiempo ideal para mantener el ritmo sin hacerse repetitivo. 

Lo recomiendo especialmente para grupos de amigos con ganas de algo ligero, rápido y lleno de carcajadas, o para familias con adolescentes que disfruten de juegos en los que la coordinación mental y la improvisación sean clave. 

Lo que más destaca de Holy Sheep es su capacidad para convertir algo tan simple como decir una palabra en un momento épico, con reacciones espontáneas y mucha complicidad entre jugadores. 

Es de esos juegos que se explican en un minuto, se disfrutan al instante y siempre acaban con la típica frase de “venga, una ronda más”. Sin duda, un imprescindible para fiestas, sobremesas o cualquier quedada donde lo importante sea pasarlo bien. Si te gustan los juegos sociales que crean momentos memorables, este te encantará.