Conociendo a... Davinia Palacios

Hola! Soy Davinia Palacios, gerundense de treinta y siete años; escorpio y enamorada de Nueva York.

Autora de las novelas: Almas (2017) y Mi vikingo (2018)

Me encantan las novelas románticas con un buen empotrador como personaje principal… ( cómo a todas, no?) leer en papel; escuchar música a diario y de estilos muy diferentes; mordiesquear a mis niños y besarlos hasta que se quejan…soy una madre pesada, lo reconozco jejeje ;  ir al cine casi todas las semanas, con mi marido, me gustan casi todas las películas menos las de miedo, no puedo verlas. Al igual que los libros de ese género, thrillers psicológicos y demás seres paranormales que den sustos, no son para mí.

Hola Davinia, lo primero de todo, gracias por dedicarnos unos minutos.

Es un placer, Fátima. Gracias a ti!

¿Cuándo comenzó tu afición por la lectura? ¿Con algún libro en especial?

El momento exacto no lo recuerdo, siempre había sido más de escribir que de leer. Pero uno de los libros que me sorprendió más fue  El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. Mi hijo mayor por aquel entonces tenía unos dos años de edad y me impactó mucho.

¿Quiénes son tus autores favoritos?

Mia Sheridan, Katy Evans, Paullina Simons, Nora Roberts, Diana Gabaldon, Anna Todd, Jane Austen… entre otras.

¿Qué necesita una historia para que sea perfecta?

Yo soy de la opinión que eso depende de cada lector. No a todos nos gusta lo mismo, ni a una misma persona le apetece leer el mismo tipo de historias dependiendo del estado de ánimo o situación personal en un determinado momento. Creo que si la historia te atrapa, te hace pensar, te hace sentir, te captura y retiene, es que estás leyendo lo correcto.

¿En qué momento decides ponerte a escribir?

De pequeña jugueteaba a escribir, lástima que no guardo nada de aquellos tiempos ;(

No fue una decisión como tal. Empecé y acabé Almas, mi primera novela, sin ninguna intención de publicarla. Simplemente un día, sábado lluvioso, me puse delante del ordenador y fui plasmando todas aquellas historias que llevaba tiempo imaginando. Hacía unos meses que volví de mi primer viaje a  Nueva York y creo que ese viaje influyó mucho.

¿Qué te impulsa a escribir?

Podría decir que es una necesidad. Necesidad de plasmar todas las ideas que voy teniendo sobre posibles historias y tramas dentro de una historia en concreto.

El otro día le explicaba a mi hijo que lo que siento es como cuando a él le gusta mucho un libro y no puede parar de leer porque quiere saber qué pasará. Pues para mí escribir es parecido, tengo que ponerme delante del ordenador y dejar salir todo lo que tengo dentro, para saber qué le pasará a mis personajes, ir dándoles vida, que ellos mismos se muestren.

¿Tienes algún ‘ritual’ a la hora de escribir?

Le voy dando vueltas a las ideas mentalmente; antes de dormirme pienso en posibles escenas y, si la idea se desenvuelve sola, vamos que me monto una película en mi cabeza...jajaja, luego ya tomo notas en una libreta o directamente en el ordenador. No olvidemos que una historia es la unión de muchas ideas, que bien hiladas, se convierten en una historia.

Cuando ya me decido por un hilo a seguir, planteo la historia, hago fichas de personajes, la sinopsis y a partir de ahí, los dejo fluir.

A veces escucho música, otras no, pero lo que sí necesito es silencio, poder escuchar mis ideas.

¿Cómo definirías ‘Mi vikingo’?

Partiendo de la base de que yo no  puedo ser imparcial…es mi niño bonito jejeje, te diría que es diferente a otras historias de vikingos al uso; es cercana por su facilidad a la hora de leerla; tiene ese efecto que te atrapa; te introduces en la historia y la vives en primera persona; ríes con los personajes, lloras o sientes lo que a ellos les sucede en ese momento. 

¿Podrías hablarnos del proceso de creación de Blanca y Ottar?

Inicialmente la historia no era para nada lo que hoy tenemos en el libro. Ottar empezó siendo un extraterrestre… buenorro y con pintas de vikingo, pero de otro plantea. Y al final ha acabado siendo un descendiente vikingo en toda regla.

Por su parte, Blanca tampoco empezó siendo como es, fue un proceso de crecimiento suyo, de ellos dos, y mío. Venía de escribir mi primera novela y con ellos ya noté el cambio que se producía a nivel interno mío y eso, quiera o no, repercute en ellos y en la historia.

Fue muy gratificante ver cómo iban avanzando y aprendiendo a desenvolverse en las diferentes etapas de su vida.

¿Cuál es la escena que más has disfrutado escribiendo? ¿Y la que más te ha costado?

La que más no podré dar demasiados detalles porque sería un spoiler más grande que una catedral…jajaja

Pero es en uno de los capítulos finales, ocurre algo que altera la vida de los personajes y es maravilloso enterarse, a la vez que Blanca, de ciertas cosas que ella no sabía y descubre en ese momento.

Y sobre el que más me ha costado, tampoco podré avanzar mucho por la misma cuestión anterior, un momento duro, que hace que el corazón de los personajes y el tuyo propio deje de latir.

Escribiendo esa parte lo pasé mal, se me hizo un nudo en la garganta y fue un proceso de exposición de sentimientos duro, dejando salir todo ese peso.

¿Qué sentiste al terminarla?

¡Uff! Ese momento es siempre una mezcla brutal de sentimientos. Poner esa palabra, con tan solo tres letras, es algo que tiene una connotación importante para los que escribimos. Es alegría porque por fin ves el resultado final de aquello con lo que comenzaste, la evolución y la plenitud de la historia y sus personajes. Es pena, porque ya está, se acabó, sabes que no vas a seguir contando su historia, que ahora serán otros los que la conozcan. También hay algo de miedo y duda… a veces es difícil decir <<hasta aquí, está bien y ya la voy a enviar>>

Personalmente, aunque haya llegado al final de la historia, hasta que no la doy cien por cien buena, no pongo las tres últimas letras que corroboran mi decisión.

Y felicidad, sobre todo, felicidad. Ver que esas miles de palabras han salido de mí, que he sido capaz de empezarlo y acabarlo, de darle vida a sus personajes, que se vuelven parte de mí, es algo maravilloso.

¿Ha sido difícil lograr publicarla?

No. He vuelto a auto publicar, así que fue escoger la editorial que más me interesó para contratar los procesos que yo no domino de la edición y esperar a ver el resultado final.

Lo difícil es saber esperar el final de los procesos, escoger la portada y esperar a que lleguen los ejemplares a casa para, como con un hijo, poder olerlo, tocarlo, mirarlo… y quererlo.

¿Cómo es el día a día de una autora?

Corto de horas… jajaja

Soy madre; llevo la contabilidad y la facturación de la empresa que tengo con mi marido; la casa no ha aprendido a recogerse sola… y  ese sin fin de cosas que hacemos la mayoría de mujeres.

Me faltan horas para leer todo lo que quiero y gracias a que puedo organizar mi trabajo como mejor me convenga, suelo tener el ordenador cerca para ponerme a escribir cuando me apetece.

Es cuestión de organizarse y priorizar… planchar suele estar al final de lista. Siempre. Jajaja

¿Tienes algún proyecto nuevo para el futuro?

Sí. Este fin de semana lluvioso ha sido muy provechoso y la tercera historia va viento en popa, pasando ya de las doscientas páginas y siguiendo.

Muchas gracias de nuevo por tu tiempo, y espero volver a leerte pronto.

Muchas gracias a ti! Besoooos!

Puedes encontrar mi opinión sobre 'Mi vikingo' aquí