SECRET WORD

¿Crees que eres un genio? Sigue las pistas para encontrar la ¡Palabra Secreta!

En Secret Word cada pista es una clave y cada palabra un reto. Un juego educativo y familiar donde aprender y divertirse van de la mano. ¿Serás capaz de adivinar la palabra secreta?

Un juego de ÁTOMO GAMES

 -      - 35 cartas de Palabras (nivel básico y avanzado).

     - 50 cartas de reto.

     - 1 sobre para pistas.

  

Objetivo del juego:

Nos encontramos ante un juego para 1 solo jugador, en el que tendrás que encontrar la palabra correcta.

Preparación de la partida:

1. Elige si quieres jugar al nivel fácil (el lado azul de las cartas) o el avanzado (el lado amarillo)

2. Coloca todas las cartas por el lado del color elegido mirando hacia arriba en el centro de la mesa.

3. Elige una carta de pista al azar y métela en el sobre de pista, de manera que por la rejilla se lea la primera pista. ¡No mires el reverso!

Una partida

Lee la pista que se ve por la rendija y retora de la mesa aquellas que no cumplan la condición, una vez retiradas desliza la carta de pista hacia arriba para leer la siguiente pista.

Vuelve a realizar los mismos pasos hasta completar todas las pistas, en ese momento solo quedará una carta en la mesa que deberá coincidir con el reverso de la carta de pista.

Fin de la partida.

La partida finaliza tras leer todas las pistas, si has descubierto la palabra secreta ganarás.

Hoy hablamos de Secret Word, un juego muy ingenioso cuya mecánica —basada en ir descartando cartas según las pistas que se revelan poco a poco— ofrece partidas ágiles, breves y muy motivadoras para un solo jugador. 

Además de ser pequeño y fácilmente portable, algo que lo hace perfecto para llevar al aula o a cualquier lugar, es un recurso educativo excepcional para trabajar la competencia lingüística: permite clasificar vocabulario, atender al número de sílabas, identificar género y número en los sustantivos, reconocer diptongos e hiatos, analizar la acentuación y detectar palabras polisémicas.  

En clase funciona de maravilla porque fomenta la deducción, la atención y el análisis lingüístico real, y lo recomiendo especialmente a familias con hijos de entre 6 y 12 años, ya que convierte el aprendizaje del lenguaje en un juego dinámico y accesible.