Conociendo a...Beatriz Alonso

Me llamo Beatriz Alonso, escritora asturiana, natural de la cuenca minera del Nalón. Soy una mujer normal y corriente, auxiliar sanitario, esposa, madre de dos hijas, y eterna estudiante de Geografía e Historia. Mi mayor inquietud siempre ha sido la de escribir, y procuro compaginar mi vida familiar y laboral con esta actividad, la cual dejó de ser una afición para convertirse en un propósito hace ya bastante tiempo. Soy un poco tímida, pero con mucho sentido del humor he ido derribando algunas barreras que me impedían compartir mis textos con el público. Como buena soñadora, me encanta escaparme en busca de los escenarios de mis novelas, investigar el pasado y, sobre todo, leer un rato al anochecer cuando la casa está en silencio. He publicado algunos cuentos y relatos cortos en un blog al que apenas puedo prestar la atención que me gustaría debido a que, actualmente, estoy involucrada en proyectos más extensos que me absorben cada minuto libre.

Hola Beatriz, lo primero de todo, gracias por dedicarnos unos minutos.

¡Hola Fátima! Ante todo, agradezco la oportunidad que me brindas para darme a conocer ante tus lectores. 

¿Cuándo comenzó tu afición por la lectura? ¿Con algún libro en especial?

Con apenas ocho años me vi obligada a mantener un período de reposo absoluto durante unos meses debido a una enfermedad, y mi válvula de escape fue la lectura; mi familia me regalaba libros constantemente y yo los devoraba uno tras otro. Las obras de Enid Blyton y Lucy Maud Montgomery son las primeras que recuerdo con mucho cariño. A partir de ese momento me convertí en una ávida lectora, y hasta hoy. 

¿Quiénes son tus autores favoritos?

Son muchos y muy variados, pero si tuviese que elegir, me quedaría sin duda con la hermanas Brontë y, por supuesto, con Jane Austen. Pero también puedo enamorarme de un autor totalmente desconocido que cae en mis manos por pura casualidad. Es la magia de la literatura... nunca sabes cuándo te va a sorprender. 

¿Qué necesita una historia para que sea perfecta?

En mi humilde opinión, debe atrapar tu atención desde el primer párrafo y mantenerte entre sus redes hasta el final. Debe ser como un puzle en el que todas las piezas encajen a la perfección: no puede faltar ni sobrar ninguna. De ahí deriva la dificultad de la consecución de una buena obra.  

¿En qué momento decides ponerte a escribir?

En mayor o menor medida siempre he escrito. Recuerdo que comenzó como un juego y se convirtió en algo más serio cuando un profesor de lengua me animó a continuar puliendo y mejorando las típicas redacciones escolares. 

¿Qué te impulsa a escribir?

La necesidad de expresarme, de dar rienda suelta a la fantasía y de trasladar al papel los pájaros que anidan en mi cabeza que, por suerte o por desgracia son muchos y de todos los colores (suelen decir en mi familia para tomarme el pelo en alguna ocasión).

¿Tienes algún ‘ritual’ a la hora de escribir?

No, no tengo un ritual determinado, pero sí un horario que procuro respetar. Mi ritual de trabajo es comenzar a la hora que me he marcado y emplear el tiempo en escribir, aunque luego deba borrar todo porque no me convenza. También necesito mucha tranquilidad, aunque a veces es difícil de encontrar. Suelo tomar mucho té, y si trabajo por las noches las visitas a la nevera son un vicio tremendo.  

¿Cómo definirías ‘La guerrera del valle’?

La guerrera del valle es una ficción histórica con ciertos tintes épicos, repleta de romance, luchas, traiciones y mitología, en la que trato de recuperar un trocito del pasado bastante desconocido.  Es una de mis criaturas más mimadas y me siento orgullosa de ella; a pesar de  la ardua labor de investigación que conllevó, me satisface decir que es una novela histórica.

¿Podrías hablarnos del proceso de creación de Nora y Varadal?

Nora y Varadal son personajes muy similares. Son tercos, vehementes y luchadores porque el período histórico en el que se desenvuelven no admite demasiada generosidad para aquellos cuyos orígenes son tan definidos. En la Alta Edad Media, paradójicamente no había medias tintas: o eras rico o estabas abocado a una mísera existencia. O luchabas contra el destino o te sometías a sus designios. Mi pretensión es que Varadal y Nora representen el espíritu de los astures más guerreros, pues a través de los siglos siempre hemos sido un pueblo inconformista y luchador. 

¿Cuál es la escena que más has disfrutado escribiendo? ¿Y la que más te ha costado?

Lo que más me cuesta escribir son las escenas de sexo. Siempre dudo y tengo mis reparos. ¿Pecaré de exceso o de defecto? ¿Las escribo con sutileza o entro a saco en las camas de los protagonistas con profusión de detalles? ¡Es un maldito dilema que procuro solventar dejándoles que actúen como quieran! En cuanto a la escena que más me gusta, tal vez sea la que se desarrolla en el dolmen, entre el rey Aurelio y la xana, pero también disfruté escribiendo el encuentro con los lobos y los malentendidos entre Varadal y Nora. 

¿Qué sentiste al terminarla?

Satisfacción, miedo y un poco de vacío. Había empleado tantas horas en escribirla que la eché de menos hasta que comencé un nuevo proyecto. 

¿Ha sido difícil lograr publicarla?

La he publicado a través de la plataforma de Amazon, pues ya sabemos la triste crisis que afecta a las editoriales. Ojalá mejore la situación y podamos afrontar el futuro con alguna esperanza de publicación convencional. 

¿Cómo es el día a día de una autora?

Un día corriente, realizando tareas cotidianas, pero con una libreta siempre a mano, porque los personajes, situaciones y escenarios están en tu cabeza. La historia se instala por su cuenta y no se va hasta que cobra vida a través de las palabras. Puedo ir a la compra o a una reunión y estar perfilando rasgos de un personaje, imaginado un escenario o alguna línea de diálogo. ¡Mis bolsos son una locura de papeles y garabatos! 

¿Tienes algún proyecto nuevo para el futuro?

¡Oh, sí! Siempre hay un proyecto nuevo a la vuelta de la esquina; en estos momentos estoy inmersa en uno precioso que aún tardará algunos meses en ver la luz porque soy bastante lenta, me tomo mi tiempo y procuro madurar las ideas, pero tengo la corazonada de que valdrá la pena. Solo puedo adelantarte que también se desarrolla en mi tierra y, con mucho gusto, te lo ofreceré cuando vea la luz. 

Muchas gracias de nuevo por tu tiempo, y espero volver a leerte pronto.

Muchas gracias a ti, Fátima, por tu amabilidad, y por ofrecerme la posibilidad de compartir un pedacito de tu espacio. Te envío un abrazo enorme y toda mi gratitud por la impagable labor que realizas.  

Beatriz Alonso

Puedes encontrar mi opinión sobre 'La guerrera del valle' aquí