Conociendo a...Ana Idam

El 31 de marzo hago 38 años y soy una mujer de extremos: de querer o de odiar. Muy amiga de mis amigos, pero socializar me cuesta un mundo. Entregada con cada proyecto que empiezo y soñadora hasta la médula, tanto que hasta los sueños que tengo dormida se convierten en locuras por escrito.

Soy madre de una niña de cinco años y de un pequeño terremoto de 22 meses, y estoy casada con un gallego al que quiero con locura.

Y aunque me encantaría decir que mi trabajo es escribir, evidentemente no puedo hacerlo, soy podóloga y en mis ratos(pocos) libres escribo y loqueo por las redes.

Hola Ana, lo primero de todo, gracias por dedicarnos unos minutos.

Gracias a ti por dedicarme parte de tu tiempo.

¿Cuándo comenzó tu afición por la lectura? ¿Con algún libro en especial?

Empecé a leer a los cinco años y desde entonces recuerdo tener libros y disfrutar con ellos. Siempre tengo la imagen de unos pequeños monstruitos de colores, que formaban parte de las ilustraciones de un libro que leía muchas veces, pero era demasiado pequeña para quedarme con el título; y ese libro, en cuanto mi hermano cuatro años menor que yo, tuvo capacidad de romper… desapareció.

¿Quiénes son tus autores favoritos?

Desde que pasó mi época adolescente y mi fanatismo por BonJovi, o el pavo tardío cuando me enganché a todo el tema de Crepúsculo y Robert Pattinson, he dejado de tener FAVORITOS como tal.

He leído muchos libros y reconozco que nunca he seguido a yun autor concreto. Me enamoré de Los pilares de la tierra, y me leí la segunda parte, pero no he podido leer más de Ken Follet; con Noah Gordon y El médico me pasó igual, El chamán bien pero hasta ahí; con V.C. Andrews más de lo mismo… Vamos, que me he decantado más por los libros que por los autores.

Hoy por hoy, que estoy muy entregada a la romántica, me decanto por Elisabet Benavent, la admiro muchísimo, me encanta su forma de contar historias.

¿Qué necesita una historia para que sea perfecta?

Supongo que la perfección es subjetiva. Cuando leo, la perfección de una historia se manifiesta en mí por fases.

Primero tiene que tenerme enganchada, hasta tal punto que si no la estoy leyendo la estoy pensando.

Segundo tiene que fastidiarme terminarla de la misma forma que ansío hacerlo.

Tercero, tras el reposo, tengo que echarla de menos, a la historia y a sus protas, sin sacarle peros, sin darme de repente cuenta de que algo no me cuadra, porque hay veces que las ganas hacen que la lectura sea demasiado rápida.

Cuarto, la resaca que me deja no me permite leer otra cosa durante un tiempo(días, semanas…)

Quinto, la vuelvo a leer.

Solo me he releído dos historias:

La bilogía de Silvia, de Elisabet Benavent. Estoy tan enganchada a Gabriel que resulta enfermizo…

La novela Beautiful player (un seductor irresistible) y es que esa historia me introduce en un estado mental que me encanta, me reí mucho con ella, y volví a leerla cuando necesité esa carcajada y a esos personajes.

¿En qué momento decides ponerte a escribir?

Escribir he escrito siempre. Tengo en el recuerdo un cuento que escribí a los ocho años que se llamaba “El joyero mágico”, y era como una puerta a Narnia.

Escribir para que me leyeran… eso ya fue más tardío. Tenía 31 años y el mundo Crespúsculo me absorbió. Me metí en el fandom y tras leer muchas historias de los protagonistas, contadas por fans, decidí contar la que nacía dentro de mí. Cuando tuve unos doce capítulos escritos me metí en un foro, empecé a mirar como lo hacían y decidí hacerlo yo. Solo me dí una oportunidad, si al darle a botón de publicar salía todo bien, adelante, si no, acababa mi sueño. Entiende que me moría de vergüenza, supongo que si hubiera salido mal, en otro momento, más adelante, lo habría vuelto a intentar. Y desde ahí, donde conocí gente maravillosa que me animó a seguir, porque es un mundo donde se siente el apoyo muy de cerca por la forma de publicación, seguí escribiendo, hasta crear mis propios personajes y decidirme por la autopublicación.

¿Qué te impulsa a escribir?

Todas las ideas, historias y sueños que surgen a veces en mi cabeza a veces observando una situación, escuchando o viviéndola. De repente viene un personaje y me cuenta lo que le pasa. Creo que si no escribiera sería un poco esquizo.

¿Tienes algún ‘ritual’ a la hora de escribir?

No, aunque me encantaría, no puedo tenerlo porque tengo que aprovechar los ratos en blanco en mi trabajo, y el tiempo limitado no admite rituales. Cuando tenía tiempo el café nunca faltaba, ahora es muy prescindible.

¿Cómo definirías ‘Presente pasado tú?

¡Qué difícil se me hacen estas cosas! Mira que hablo por los codos, y la historia son más de 500 páginas, pero definir… A ver.

Una historia con la que si has tenido alguna vez un amor platónico vas a sentirte identificado. 

 ¿Podrías hablarnos del proceso de creación de Natalia y Oliver?

Natalia fue bastante fácil. En muchos de sus aspectos es muy yo, sobre todo  en la época universitaria. En la actual me nutrí de las mujeres que tengo a mí alrededor hasta combinar su perfil de estudiante con el de adulta. No fue difícil ya que tampoco creo que sea una chica muy complicada.

Olif fue más difícil. A Oliver en un principio lo veía muy desde fuera, muy desde los ojos de Natalia, era solo acciones y tuve que escarbar mucho y tener muchas conversaciones con él para conocerlo mejor. Fue al psicólogo de verdad. Oliver hizo varias sesiones con una psicóloga real que me echó una mano porque había cosas que no entendía y se quedaba demasiado plano. Al final resultó ser más complejo de lo que pensaba y conseguí empatizar con él muchísimo, tanto que me cautivó más que Natalia, que la tenía completamente incorporada a mí.

¿Cuál es la escena que más has disfrutado escribiendo? ¿Y la que más te ha costado?

La que más he disfrutado… hay muchas, pero supongo que la del tatuaje y la charla posterior con la escena en la cocina han sido las que más me han llenado porque fue como llegar al cénit de la historia.

La más difícil, Nat en Lisboa. Me costó mucho verla allí, y era como antinatural, padecí con ella y sufrió muchos retoques. Quieres que en el capítulo pasen unas cosas y los personajes ya tienen suficiente personalidad como para hacerte una peineta ante algunas situaciones. Te tiran por la borda parte de las subtramas.

¿Qué sentiste al terminarla?

Fue muy grande. Lloré. De emoción porque ya estaba, de agotamiento porque me exprimieron las meninges y no sabía si iba a ser capaz de darle ese cuerpo. Fue increíble poner el fin.

¿Ha sido difícil lograr publicarla?

Esta historia ha sufrido un proceso tremendo, fue un Fic de Crepúsculo en el 2014, y dos años después empezó a ser una novela que iba a triplicar, sin yo saberlo, su tamaño. Los personajes crecieron y maduraron, se hicieron casi tangibles para mí, y los secundarios dejaron de ser atrezzo para convertirse en vida.

Todo ese proceso comenzó con mi segunda maternidad, y tuve que robarle tiempo al tiempo.

Tengo que agradecer a dos personas que han estado en este proceso dándome aliento, leyéndome, corrigiéndome… Ellas son dos grandes autoras de romántica en este mundo indie, May Blacksmith y Dulce Merce. Si no hubiera sido por ellas, esto no habría salido adelante.

Y además tuve la suerte de que en un sorteo, que Imagina Designs realizó, me tocó la portada. Nere, la creadora de la misma, se encargó de esa maravillosa cara que tiene el libro y de la maquetación interna, con sus dibujitos y detalles. Esa parte, que es tediosa y desesperante, me llegó en forma de archivo y solo tuve que subirla a AMAZON. 

¿Cómo es el día a día de una autora?

Qué carcajada más buena me he echado…

El de una autora no lo sé, pero el de una autónoma, madre, esposa y autora indie es una locura. Mi horario de trabajo es el que es, y solo si me sobra tiempo se lo dedico a la escritura. Luego está mi familia a tiempo completo, entonces llegan los turnos con mi marido, que hasta ahora nos funcionaban: en mis turnos de alguna mañana de un fin de semana, es cuando he podido escribir varias horas seguidas.

Ahora que Presente. Pasado… Tú ya está fuera, en este tiempo que antes le dedicaba a escribir, ahora se lo dedico a promocionar, porque los autores indie somos Juan Palomo.

¿Tienes algún proyecto nuevo para el futuro?

Sí, tengo un proyecto que ha ido creciendo desde hace mucho tiempo, que cada vez tiene más forma, pero que de momento el aspecto que tiene solo es de notas apuntes, fotos y música.

Además, por petición de unas lectoras muy majas estoy en el proceso de un epílogo de Olif y Nat, del que no hay fecha pero que más tarde o más temprano saldrá.

Muchas gracias de nuevo por tu tiempo, y espero volver a leerte pronto.

Puedes encontrar mi opinión sobre 'Presenta, pasado, tú' aquí